Cuando visito a mi primo, el Sultan de Brunei, me avergüenzo de ser tan pobre. Eso es
lo que le dijo el Sultan de Sulu a una periodista de Asia Times en 2002.
Sulu es
una de las provincias más pobres de las Filipinas. La guerra en Mindanao ha creado un tumulto por doquier, y les
brinda a todos los moros una razón para decir: — antes de la conquista de
nuestro país, éramos adinerados y poderosos.
El Real
Sultanato de Sulu fue fundado como un estado teocrático en 1457, y se extendía
en su apogeo desde la isla de Palawan en el norte, hasta el Sabah en el sur.
La antigua bandera del Sultanato de Sulu
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Durante
la época de la colonización española, se produjeron numerosos conflictos
armados entre fuerzas del Sultanato y tropas del ejército colonial español. Finalmente,
las tropas del general Malcampo tomaron la isla de Joló en 1876, pero el
gobierno colonial nunca pudo controlar todo el territorio de influencia
musulmana en los tres siglos que colonizó Filipinas.
En el
cuento La Sultana de Joló, José Montero Vidal escribió:
«Quiera
dios que la preciosa sangre vertida en las arenas de Joló durante la campaña de
1876 sea la última que allí se
derrame, y para que de la tan costosa expedición del general Malcampo obtenga
Filipinas los beneficios que se prometería su autor al realizarla, pues tiempo
es ya de que la humanidad prefiera los pacíficos triunfos de la paz á los ruidosos
de la guerra, que jamás deben pretenderse sin una necesidad ineludible y
suprema, porque llevan consigo el triste privilegio de consumir en un día la
riqueza adquirida por un país durante muchos años, con gravísimo perjuicio de
sus intereses y de su material progreso, y con pérdida dolorosísima de sus
mejores hijos.»
Años
después, el conflicto continúa sin
disminuir hasta hoy, pero aún hay esperanzas. En el mes pasado, el gobierno
filipino y el Frente Moro para la Liberación Islámica firmaron un preacuerdo de
paz que podría poner fin a la guerra.
El siguiente es un fragmento del cuento La Sultana de Joló.
El palacio real del Sultan de Sulu.
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El Sultan, admirado
de la belleza de Lólen, la eligió con preferencia á todas, y la hizo pasar á
sus habitaciones.
Los demas cautivaos fueron
vendidos ó destinados á diferentes trabajos.
El Sultan despidió á su
deudo felictándole por la buena presa que había hecho. Después se dirigió á Lólen,
y en dialecto visaya, le dijo:
— Tranquilísate, hermosa
doncella; calma el pesar que te domina y que descubres con el llanto de tus
ojos, pues ojos tan bellos, mejor lucen encendidos por el amor que humedecidos
por el llanto. En tu tierra carencias de poder, aquí serás sultana.
— Señor, le contestó Lólen;
prefiero ser la más humilde en mi patria á ser aquí la reina. Os ruego que me permitáis volver al lugar de donde
tan villanamente me han arrebatado, pues en estos momentos mis desdichados
padres estarán muriendo de dolor por mi infortunio.
— ¡Que consienta tu
vuelta á tu país! Sería preciso estar
loco.
— ¿Por qué, señor?
¿Es justo vuestro proceder? ¿Con qué derecho se me hace esclava cuando nací
libre? ¿Por qué se me trae aquí, si mi voluntad no es esa?
— Yo no debo discutir
contigo esa cuestion: sólo puedo decirte que eres hermosa como una hurí y que
serás mía.
— Primero moriré.
— ¡Como! ¿Rehusarias
ser mi esposa?
— Prefiero no serlo.
— ¿Por qué?
— Porque no puede ser. Si consentis que permanezca en Joló,
os aborreceré. Yo no doy mi corazón al que no amo.
— ¿ Y si no fueras mi
cautiva, me amarías?
— Tampoco, por que
amo á otro.
— ¡ Tienes marido!
Exclamó el Sultan con un acento de ira que infundía miedo.
— Tengo un prometido
que será mi esposo.
— No lo será,
mientras yo viva.
— Pues no he de tener
otro.
— Sí, me tendrás á mí.
El Sultan se aproximó
á Lólen en ademan de abrazarla. Lólen dio un paso atrás, y tomando un puñal que
había sobre un velador, dijo con enérgica resolución:
— Si os acercáis, con
este puñal heriré vuestro pecho ó
atravesaré mi corazón.
El Sultan quedó
inmóvil.
La actitud resuelta
de la joven le contuvo.
Presumiendo que los medios
cariñosos y los halagos darían mejor resultado que la violencia, dijo:
— Eres una loca: deja el
puñal y hablemos.
—Hablad lo que gustéis,
contestó sin soltarlo.
—Conozco que te empizo á amar. Es necesario que
seas juiciosa y te fijes en que si me irritas obtendré por fuerza lo que no me
otorgues de grado. Aquí no hay más voluntad que la mía. Yo anhelo tu amor y lo obtendré. Contra
mi costumbre desisto de apelar á medios violentos. Estás ahora de mal humor,
porque te han arrebatado de tu país; quiero dejarte tiempo bastante para
reflexionar con calma. En la casa in mediata tienes habitación y mujeres que te sirvan. Mañana iré á
verte.
Don José Montero Y Vidal
Cuentos Filipinos
1876
English Translation
Vocabulario
English Translation
Joló era la antigua residencia de los sultanes. En 1876 fue tomado por las tropas espanolas |
carencias
de poder – no power
hurí –
houri, a beautiful young woman
rehusar
– to refuse
aborrecer
– to hate, abhor, loathe
infundía
miedo – it filled them with fear
herir –
to wound
atravesar
– to pierce, go through
halagos
– praise, flattery
soltar
– to release
arrebatar
– to snatch, seize
otogar
– to award, grant