Cada
año cuando comienza el mes de agosto, el país conmemora «el mes del Idioma
Nacional» (Buwan ng Wikang Pambansa).
Irónicamente, muchos estudiantes piensan que sería prudente hablar inglés bien
que tagalo para avanzar en la sociedad filipina. A menudo los políticos que no
hablan inglés con fluidez han sido objeto de burla. El ex presidente Joseph
Estrada y el senador Lito Lapid
son buenos ejemplos.
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El
traje que representa esta lámina es exactamente el de una india elegante de
Manila. La peineta, la aguja del
pelo, y los anillos de oro de color; el payo
o sombrilla, el pañuelo de crespón;
la camiseta de piña o jusi; la saya de seda o cambaya, el tapis corto,
como lo usan las más elegantes, de seda de Baliuag, y la chinela bordada,
constituyen el verdadero traje de las indias acomodadas de Manila. Añadese a
esto un pañuelo de piña bordado que llevan en su mano, y se ponen en la cabeza
para ir a la Iglesia, recogiendo las puntas debajo de la barba.
No
carece de gracia el castellano que hablan y al que se da el nombre de
castellano de cocina, y el tonillo y suma languidez con que lo pronuncian. Duele conmigo este mi cabeza; dale usté con
de aquel su pañuelo; ¡como no!; ¡mas que! y sobre todo el, usté cuidao, son expresiones que dan una
idea del castellano que hablan los mestizos y los indios, no usando de genero
ni numero en los adjetivos y pronombres, como suceden en tagalo; así es que lo
mismo dicen este tijeras, y un punda por funda; además mudan casi
siempre la “f” en “p” y la “p” en “f”,
lo mismo que otras letras, diciendo por ejemplo Pilifino por Filipino, cape por café, cabayo por caballo, buerta por
vuelta. El yo, el, o usté cuidao, que
se aplica todo, que para todos sirve, es sumamente expresivo. ¿Harás esto? Yo cuidao; ¿Cuánto vale esto? Usté cuidao; procura
que no se vaya fulano, el cuidao, de
modo que esta sola palabra, según como se aplica y la entonación con que se pronuncia,
expresa todo un concepto, y sirve también para no decir nada que comprometa.
José Honrato Lozano