«Cuando
hable al castellano, evite las palabras y frases incorrectamente usadas en
Filipinas, como son los filipinismos y sajonismos, y otras formas viciosas que
afean su estilo. El libro le servirá de guía correctísimo para evitar estos
errores.» proclamaba un anuncio de 1938 en el periódico local La Vanguardia.
Tuve la
suerte de leer este libro raro Prontuario
de Palabras Y Frases Mal Empleadas en Filipinas. El autor, Manuel de los
Reyes, escribió artículos en periódicos principalmente sobre el buen uso del
idioma español en Filipinas. En
1938 se le otorgó el Premio Zóbel por su obra. El escribió: Es innegable que
hay un verdadero torrente desbordado de palabras y frases incorrectas que nos
ahoga cada día más. Al paso a que vamos, no estará lejano el día en que no
podremos entendernos, pues lo que se hable aquí no será castellano, ni inglés,
ni tagalo, ni nada que a estos idiomas se parezca, sino un nuevo idioma sin
reglas de ningún género, y con respecto al cual cada uno se creerá con derecho
a inventar y a añadir todo lo que se le antoje conveniente.
Eso
quiero decir que es mejor escribir o hablar en un español más cercano al
estándar. Se tiene que evitar expresiones coloquiales y modismos locales porque
suenan raros a los oídos españoles.
—
¿Dónde está su hermano?
— Ha
bajado. 1
— Deseo
saber si o no2 él va a comprar calzados. 3
— Basta4
me dijo que él fue allá con5 Emilio.
— Tiene
muchos reclamos6 contra Emilio, ¿y esta allá?
— Yo no
sé con él.7
— Él
cuidado.8
Equivocaciones.
Seguro. Los desajustes de género y
número suenan cómicos en cualquier idioma, sea el español o el inglés. Sin
embargo, algunas de estas palabras y frases son consideradas específicas de
Filipinas. Esto es lo que marca la
diferencia de nuestro español con el de otros. Un hispanohablante no tiene que
preguntarnos si somos filipinos. Lo sabe.
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1. Bajar de casa — Esta frase, en el sentido de “salir de casa”, quizás sea desconocida para muchos españoles; pero raro será el filipino que no la use, o por lo menos que no la haya oído con frecuencia. Muchas veces preguntamos por una persona y nos dicen: “ha bajado”; y cualquiera se figura que ha ido al entresuelo, o a la meseta de la escalera, o al zaguán de la casa, o al jardín, o a cualquier otro lugar situado en el piso bajo, y resulta que lo que quieren decir es que “está fuera de casa”. Pues, señor, lo más claro es decir “ha salido” y no “ha bajado” no significa “salir”. Pero, ¡vayan Uds. a oponerse a la corriente, y les dirán que el pueblo hace las leyes, y que Vox populi Vox Dei!
2. Sí o no — Se ha extendido por aquí la costumbre de traducir literalmente del inglés la expresión inglesa whether or not (sí o no), y así es muy frecuente oír frases como las que siguen: “deseo saber sí o no Ud. va a comprar esta casa”; “no se han tomado la molestia de averiguar sí o no existe algún otro remedio”; “lo esencial es determinar sí o no tienen derecho a lo que piden”.
3. Calzados
— Es una de las palabras que muchos usan sin saber lo que significan; saben que
“calzado” es algo que tiene que ver
con el pie, y creen que es sinónimo de “zapatos”;
y así hay quien dice: “he comprado unos
calzados”; voy a comprar calzados”;
y hasta se ven anuncios en las tiendas, que dicen: “aquí se venden calzados” y
no se venden más que zapatos.
Anuncio en la revista Renacimiento Filipino (1913) |
“Calzado”
es “todo género de zapato, alpargata, sandalia, etc., que sirve para cubrir y
reguardar el pie,” y también “lo que sirve para cubrir o adornar el pie y la
pierna,” y en este sentido las medias y las ligas pueden considerarse también
como calzado; pero esta palabra no se usa generalmente en plural, sino en
singular, y así se dice: “el calzado que llevas es de buena calidad”.
Otros
van por otro lado también vicioso, y dicen: “he comprado un zapato blanco”; “ese
zapato que llevas es muy bonito”. Pero, ¿qué? ¿Se trata de personas que no tienen
más que un solo pie? Entonces no
tenemos nada que decir; pero, si son personas que tienen dos pies, ¿por qué se
ha de decir “un zapato”?
4. Basta —Esta
palabra se emplea en Manila de un modo muy peculiar en las siguientes frases:
“yo no le vi; basta me dijo Luis que
él había venido”; “yo no sé nada de eso; basta
me dijeron que era así”. Parece que lo que se quiere expresar con estas frases
es lo siguiente: yo no le vi solamente
supe por Luis que él había venido”. “Yo no sé nada de eso; solamente me dijeron que era así”
5. Allá con— Esta es una de las cosas cuyo
origen no se puede encontrar ni en la razón ni en las reglas. Muchos dicen “Allá con nosotros hay muchas flores”;
“fuimos allá con Emilio”; “estábamos allá con Enrique”; al oír esto,
cualquiera se figuraría que lo que quieren decir es que “fuimos a un sitio en compañía de Emilio”, o que “estábamos
en otro sitio juntamente con
Enrique”; pero no es eso lo que quieren decir; lo que desean expresar es otra
cosa muy distinta. Para ellos, las palabras “allá con” significan “en la casa
de” o “a la casa de”. De modo que en estos ejemplos lo que deberían decir, para
expresar su idea, es esto: “en nuestra
casa hay muchas flores”; “fuimos a la
casa de Emilio”; “estábamos en casa
de Enrique”.
6. Reclamo
— este nombre lo usan mucos como sinónimo de “reclamación o queja”, y así
dicen: “Pedro vino con muchos reclamos”,
queriendo decir “con muchas reclamaciones”
o con “con muchas quejas”. “Reclamo”
significa una cosa muy distinta; significa, entre otras cosas, una voz o grito
con que se llama a uno, o una cosa que atrae o convida, o una cosa que se
exhibe para llamar la atención de la gente.
May reklamo ka? Itawag ... Si tiene reclamos (quejas), llame... |
7. Con él
— “Yo no sé con él” es un compinche del “Ud. cuidado”. Dicha frase en la jerga vulgar de
Filipinas, significa “No sé lo que él piensa”, “no sé dónde lo ha puesto”, “no
sé por qué lo ha hecho”, “el sabrá lo que se hace”, etc.
8. Cuidado — “Usted cuidado”, “tú cuidado”,
son frases ya consagradas por el lapso de los años. Con estas expresiones se
quiere decir un mundo de cosas; unas veces se quiere decir “encárguese Ud. de
esto” “cuide Ud. de esto”, “atienda Ud. a esto”; otras veces se quiere dar a entender
“aténgase Ud. a las consecuencias”, “sufra Ud. las consecuencias”, “haga Ud. lo
que quiera”. Si hay, pues, tantas formas para expresar correctamente estas
ideas, ¿por qué hacer uso de otra que, aunque breve, y extendida, y empleada
por largos años, dista mucho de ser correcta? Contestación única, irrebatible
contundente: “porque todo el mundo lo dice, y no hemos de ir en contra de todo
el mundo”.
9. Camisa-dentro — Es otra de las palabras de nuestros tiempos. pero, señor, ¿por qué no se ha
de decir simplemente “camisa”? Dicen que se para distinguirla de las otras
clases de camisa. Pero, si ya cada clase tiene su nombre determinado, ¿para que
inventar un nuevo vocablo? ¿No decimos “camisa de chino”, “camisa de dormir”, “barong tagalog” ( o sea camisa tagala”),
“camisa de mujer” etc. etc? ¿Para
qué, pues, la palabra “camisa dentro”? Dejemos la palabra “camisa” para
significar lo que llaman “camisa-dentro”, que ya las demás clases de camisa
tienen su denominación especial.
Pero lo
más bonito es uno de los argumentos que se alegan: dicen que hasta los
lavanderos, y especialmente los lavanderos chinos, no entienden si no les dice
“camisa dentro”, y que no hay otro remedio que emplear esa palabra. ¿Qué las
parece a Uds.? Los lavanderos chinos son los que han de imponer las reglas para
hablar en castellano…¡¡¡Brutal!!!
Manuel de los Reyes
1937
Manuel de los Reyes
1937