Antonio M. Abad (1894-1970) es uno de los novelistas más conocidos y admirados de la literatura hispanofilipina. Ejerció la docencia del español en la Universidad de Filipinas y en la Far Eastern University. Su primera novela El Último Romántico ganó el premio Zobel en 1928. Su segunda obra La Oveja de Nathan también ganó el premio Zobel en 1929. En 1952 organizó la Federación Nacional de Profesores de Español, de la que fue elegido presidente.
El siguiente cuento El Dolor Del Viejo Campeón, mereció el segundo premio en el concurso convocado por el periódico La Defensa en 1928.
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Esta Victoria le inutilzó para siempre. El muslo quedó curado en poco tiempo, pero el campeón no era más que un gallo cojo incapaz de hacer frente un bisoño. El amo lo regaló a Tenente Botoy, su amaestrador, el cual, creyendo que aun podría serle útil, lo soltó en medio de su gallinero para ver sí procreaba algún digno heredero de sus belicosas hazañas.
Pero los pollos de aquel gallinero se burlaban de la cojera de Talisain. Desconocían sus majezas de campeón retirado y hacían de él objecto de sus chirgotas. Para colmo de desdichas del corral nos se dignaban mirarle, prefiriendo la fresca guapeza de los gallos de dos años que las cortejaban.
Talisain se sentía muy solo, muy abandonado. Nadie, en aquel gallinero, sabía que era un campeón, aunque venido a menos. Nadie le amaba, nadie le comprendía. Hasta los pollitos que empezaban a empinar la cresta y a animar las madrugadas con su belicoso clarin tempranero, se atrevían a veces a desafiarle, seguros de que, aunque su osadía podia salir castigada, con echarse a corer se libraban de sus espolonazos.
Un día se propuso asombrar a aquella gente. Con grandes aspavientos, llamó a las gallinas. Ellas acudieron creyendo que el Viejo campeón había encontrado algunos granos de maiz y deseaba obsequiarlas con ellos. Cuando las tuvo alrededor de sí, abrió el pico y soltó un canto vibrante, prolongado, fiero, con la fiereza de sus días de triumfador.
Las gallinas le miraron asombradas. Entonces él, seguro de su dominio, empezó a contra sus hazañas.
Fué el mayor error de su vida. Ellas --- siempre ellas, que en el arte femenino de burlarse, resultan consumadas maestras --- fingieron escucharle. Después fueron a llevar el “cuento” a las galanes más garbosos del corral adobándolo a su manera. El efecto fué inmediato. El gallo más orgulloso fué a desafiarle, y le administro tal tunda de espolonazos que, a no haber intervenido el amaestrador allí finara su vida.
Las peleas de gallos en las Filipinas se llaman Sabong
y es el deporte prácticamente nacional (Foto del 1946) |
Vocabulario
Bisoño – inexperienced
Amaestrador – trainer
Belicosas hazañas – warlike deeds
Cojera - lameness
Chirgotas – jokes
Empinar – grow /rise
Desafiar - challenge
Osadía – daring/impudence
Espolonazos - spur
Aspavientos – fuss
Obsequiar – to give/to present
Garbosos – jaunty
Adobando – twisting/marinating
Tal tunda – such a beating
¿conoce algún sitio donde se puedan adquirir las obras de Antonio M. Abad en español?
ReplyDeleteTodavía no he encontrado ningún sitio en la red donde se encuentren las obras. Es una lástima que los libros del gran autor no estén disponibles en cualquier librería local.
DeleteA ver si el Cervantes se anima a publicar La Oveja de Nathan o alguna otra en la colección Clásicos Hispanofilipinos
ReplyDeleteCreo que esta obra ha sido publicada por el Cervantes hace unos meses
ReplyDeleteGracias amigo por la información. Me encantaría tener una copia del libro.
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