Aproximadamente
20 tifones golpean el país durante la temporada de lluvias, que por lo general
comienza en mayo y terminar en noviembre. El mes pasado, fuertes lluvias
causaron enormes inundaciones en muchas partes de Manila y en las provincias de
la Isla de Luzon. Al menos 8 personas
han muerto por el baguio “Igme” en la semana pasada. El presidente dijo que el
gobierno está haciendo todo lo posible para controlar las inundaciones, y
anunció nuevos proyectos de infraestructura para prevenirlas. Pero sabemos como
son esas cosas. Tendremos el mismo
problema de nuevo el año que viene.
Muchas
historias se han escrito sobre los baguios. Este cuento fue escrito por Jesus
Balmori en 1906.
Ayuntamiento de Manila |
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I
Las primeras gotas de
lluvia — lluvia de cristal y plata — teclearon pomposamente sobre las nipas de
la choza. Un viento cálido, como aliento de lujuria, estremeció los plátanos
del salvaje solar; la luz roja de un relámpago incendió todo el bosque, y como
restallando sobre las mismas frentes de los leñadores, un trueno inmenso abrió
el arca de sus estruendos.
—Madre, hay tormenta…
—Sí; hijito de mi
vida, vete..
Y besó de su frente.
II
Era una madre que no
tenía en el mundo más que aquel chiquillo, mitad de su corazón.
Era una pobre mujer,
viuda de un leñador, sin más tesoros que aquel niño, esperanza de su vida.
Y al niño le daban
una peseta, para que repicara la campana de la Ermita en las horas de tormenta.
III
En el cielo negro
como las perlas de Ormuz, fulguraban los relámpagos semejantes á fantasías
argénteas.
El bosque retemblaba
bajo el triunfo de los truenos; la lluvia seguía tecleando sobre las nipas de
la choza…
Por fin, la voz de
una campana, vibró á lo lejos…
—¡Tan!...¡Taan!...¡Taaan!
IV
Su abrieron sus ojos
asustados y tristes, palpitó su alma como un pájaro preso, y ante un viejo
Cristo, flaco y ensangrentado, dijeron sus labios trémulos y orantes:
—¡Jesús mío! Por los
pasos que diste en la calle de la Amargura con la cruz á cuestas. ¡Ten piedad
de mi hijo!...
V
Arreciaba de lluvia;
los leñadores huían amedrentados á sus chozas; los pobres mujeres encendían
cirios amarillos y farfullaban oraciones; algunas cabras abandonadas gemían
bajo el ramaje de los árboles.
Y la humildosa voz de
la campana cabalgando sobre cada trueno, decía llorando:
—¡Tan!...¡Taan!...¡Taaan!
VI
De pronto un
relámpago relumbro en la negrura como una serpiente de rubíes y claveles. La
campana de la Ermita no sonó…
VII
Se fugaron los nubes
negras con sus vientos y sus truenos.
La noche perfumada y
húmeda sonreía vaporosa en su
esplendor de estrellas.
Ya los pies de la
pobre madre, de la pobre y delirante madre loca, descubrieron el cuerpo del
niño muerto, bajo un beso dorado de la luna…
Jesús Balmori
El
Renacimiento
Manila
24 de
Noviembre de 1906
La Iglesia Vieja de Ermita |
Vocabulario
Choza -
hut
Teclear
– to tap, type
Estremecer
– to shake, shudder
Restallar
– to crackle
Repicar
– to ring out, peal
Fulgurar
– to blaze, shine brightly
Retemblar
– to tremble
Cabalgar
– to ride
Negrura
- blackness
Una vez más, muchas gracias por compartir estos marivillosos fragmentos de literatura filipina.
ReplyDeleteHola, Muchas gracias por tu interés y un saludo cordial.
DeleteSaludos amigo. Nos gustaría ponernos en contacto con usted de manera privada. Le agradeceríamos que nos facilitara alguna dirección de correo electrónico dispuesta a este fin. Gracias de antemano.
ReplyDeletePara enviar un mensaje de correo electrónico, haga clic el icono de sobres (@). Gracias amigo.
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