Medalla De Los Voluntarios Indígenas de Filipinas Foto cortesía de Luis Enrique Rubio. |
Hace pocos días un lector de Madrid, el Sr. Luis Enrique Rubio, me envió unas
fotos de la condecoración denominada Medalla De Los Voluntarios Indígenas de
Filipinas y una breve descripción:
Esta
condecoración fue establecida por el Capitán General de Filipinas, mediante
Real Orden de 28 de enero de 1898. Es
ovalada, de plata. En el anverso figuran los dos hemisferios, las columnas de Hércules
y la corona real con la leyenda “España
a sus leales hijos los Voluntarios Filipinos”. En el reverso dice “1897. Voluntarios movilizados por
Decreto de 16 de octubre”. La cinta
lleva los colores nacionales.
Hay pocos
ejemplares de esta medalla, es una pieza muy apreciada por los coleccionistas.
Se puede ver una en el Museo del Ejército
en Toledo, y también tienen otra en el Museo Naval en Madrid. — escribió
el Sr. Rubio y agregó: ¡¡¡ Que mejor homenaje para
los Macabebes que poder dar a conocer esta gloriosa parte de su historia !!!!
Muchas
gracias Sr. Rubio por compartir con nosotros su colección personal.
Foto cortesía de Luis Enriquez Rubio. |
Fue
increíble que los Voluntarios Macabebes vinieron a España en 1900 como héroes. El
pueblo español les dio la más cordial bienvenida y varias
figuras notables rindieron homenaje al leal batallón filipino. Incluso
existe una calle madrileña que lleva su nombre.
¿Y
entonces qué pasó?
Así
que, como siempre es el caso, un desvío resulta ser su destino. Sucedió que los macabebes regresaban a su patria al momento en
que las filipinas intentaban erigirse como una nación unida, luchando contra
los norteamericanos. Los macabebes tenían concepto de estado pampango, pero no
de la nación filipina, como los moros en el sur. Optaron apoyar a una fuerza
invasora norteamericana contra los insurrectos tagalos, sus enemigos viejos.
Eran
tiempos de un nacionalismo intenso, y después de la detención del Presidente
Aguinaldo por los macabebes en 1901, los historiadores filipinos exclamaron, “No
sería patriota verdadero si no defendiera a su patria. Estos macabebes no saben
del honor.“
Era
una triste historia de traición y contada con tal lujo de palabras vengativas
en todas las escuelas filipinas, que los otros que conocían el contexto de su
colaboración con los españoles y norteamericanos, sabían que era mejor quedarse
callados. Los héroes de España eran los malos de su país natal.
¿Traidores?
— dijo un historiador de Pampanga riendo —“How could they be traitors to Aguinaldo if ever since
they never pledged loyalty to him?" A
pesar de todo el tiempo que ha pasado, los macabebes (y los pampangos en
general) todavía están sufriendo de este estereotipo.1
El
siguiente es el artículo del diario Mar y Tierra sobre la llegada a Barcelona
de los Voluntarios Macabebes en el 16 de Junio de 1900.
Aquí está el enlace de mi entrada anterior sobre los Voluntarios Macabebes
Aquí está el enlace de mi entrada anterior sobre los Voluntarios Macabebes
1. Philippine Daily Inquirer June 10, 2014. The fight to remove “dugong aso” tag.
Los macabebes a bordo del vapor Alicante que los condujo a España. |
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Desde hacía mucho se esperaba la llegada
a este puerto del valeroso batallón formado por los bizarros naturales de
Macabebe, uno de los pueblos más importantes de la Pampanga y el único que
hasta el final de la desastrosa campaña, ha permanecido fiel a la madre patria.
Al llegar a aguas de Barcelona este puñado de filipinos que en aras de España
abandonan sus casas, sus familias, sus fortunas, creemos que cuanto se haga por
honrarlos será poco y por eso hoy Mar y
Tierra, dentro de su modestia siente un vivo placer en dirigir un saludo de
bienvenida a ese puñado de jóvenes que al mando del coronel Blanco, no titubeó
jamás en contestar con el nombre de España al ¿quién vive? de las fuerzas insurrectas, de sus hermanos de raza,
de sangre y de vivienda.
La
cosa después de todo, no tenía nada de particular, estando aquellos mandados
por su ídolo el coronel Blanco, filipino español hasta la médula, arrogante,
generoso y modesto hasta la exageración. En Cavite, en Batangas, en Bulacan, en
la Pampanga, en Zambales y en Bataán, los voluntarios de Macabebe se
distinguieron constantemente cubriéndose de gloria. Imposible enumerar siquiera
los servicios prestados por Blanco y los suyos y las acciones en que tomaron
parte. Un detalle solo bastará para pintar el carácter y temple de alma de esta
bizarra gente.
Al
salir los españoles de Macabebe, los voluntarios quedaron defendiendo el
pueblo; como ya no tenían cartuchos, enterraron los fusiles, y con bolos y lanzas contuvieron aún durante
cuatro días a las numerosas fuerzas insurrectas que les sitiaban, armados de
fusiles modernos, rifles y con ocho cañones, entrado al fin éstos en el pueblo
con la condición de respetar vidas y haciendas de los que quedaban. El número
de bajas de los insurrectos fue enorme, y cuatro veces mayor que las que
sufrieron los leales voluntarios.
Otros
muchos casos podríamos citar del heroísmo y amor a España, que Blanco supo
inculcar en sus voluntarios. En una ocasión en que el comandante general del
Centro de Luzón necesitaba para una operación cien hombres dispuestos a morir,
los pidió a Blanco, y en el acto se les presentó éste, diciendo todos que iban
voluntarios a la muerte por España.
El
pueblo de Macabebe puede asegurarse que ha sido victima de su fidelidad,
escribiendo en el libro de la historia una página que todo buen español debe
grabar tanto en su corazón como en su memoria.
Mar y Tierra
Barcelona
16 de Junio de 1900
Monumento de los Voluntarios Macabebes (Macabebe Scouts) en su ciudad natal. |