Wednesday, February 12, 2014

Siete días en el Infierno: en manos de la Gestapo Nipona (1950)

El mes pasado, Hiroo Onoda, un teniente japonés que luchó en la Segunda Guerra Mundial y no se rindió hasta 1974, falleció en Tokio a la edad de 91 años. Estuvo más de treinta años en la selva filipina y luchó una guerra imaginada. Hasta treinta civiles, la mayoría campesinos, fueron asesinados.  El ex presidente Marcos lo perdonó, pero un sentimiento de enojo permaneció en la isla de Lubang, donde Onoda combatió como guerrillero.

Onoda le entregó a presidente Marcos su espada samurái.


Muchos asiáticos, especialmente los chinos y los coreanos, todavía guardan un profundo rencor hacia los japoneses por las atrocidades y crueldades cometidas durante su dominio.  

Hay que señalar que los miembros de la oligarquía filipina recibieron el mismo mal trato que los demás ciudadanos filipinos. Sin embargo, había colaboradores de las fuerzas enemigas como José P. Laurel, Manuel Roxas, e incluso el cónsul español en Manila, José Castaño. 


Don Benigno del Río
y Don Jacobo Zobel.

Cuando las autoridades niponas le pidieron nombres, el cónsul Castaño, miembro de la Falange Exterior, hizo una lista de “españoles comunistas”,  la cual incluyó tales escritores hispano-filipinos Rafael Antón y Benigno del Río. Al parecer, ellos escribieron algunos artículos en los periódicos locales contra la dictadura española de Francisco Franco.

En su libro Siete Días en el Infierno, publicado en 1950,  Del Río denunció la crueldad con la cual filipinos cautivos son torturado bajo la custodia de la Kempeitai, la temible policía imperial.  Y a los filipinos les pidió que no debieran  olvidar las victimas de la guerra:

“No os olvidéis de los que cayeron durante la noche”, como diría Rizal. No olvidarlos, como tampoco debemos perder el recuerdo de millones más de víctimas asesinadas en el mundo entero por el enemigo de la humanidad, el fascismo.


Benigno del Río es hijo de ricos hacendados españoles en Filipinas. En 1936 ganó el Premio Zobel con su comedia El hijo de Madame Butterfly.



Un monumento dedicado a todas las víctimas de la guerra

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     Repito que estuve siete días en la  región de Satanás, siete horrorosos días de suplicio moral y material. Las torturas que recibí no destrozaron tan sólo mi cuerpo, sino también mi alma. ¡Jamás sospechar que el hombre fuera tan malo para con el hombre! Ahora comprendía con claridad al formidable Santo de Asís. ¡San Francisco no se atrevió a llamar hermano al hombre, y sí más bien al lobo! Pero… reflexionemos un poco: ¿es que son hombres los nipones? ¡No, sigo creyendo que no! Son alevosas fieras. Y con lo que un mes después hicieron con Manila, destruyéndola y asesinando vilmente a sus habitantes, acabé por convencerme de que es imposible que esos energúmenos sean hermanos nuestros, descendientes de Adán y Eva, y tengan alma.

    Tampoco eran seres humanos los que me denunciaron. ¡No! Fascistas hispanos y nipones en sádica coyunda eran eso: bestias sin alma, engendros malditos…

     Cinco minutos más tarde llegaba a casa de mi novia, quien yo sabía que aquella tarde iba yo a salir libre. Después de beber con fruición sendos vasos de agua, y charlar un poco, tomé un triciclo y llegué a casa. ¡Qué alegría para mis viejecitos padres y para mi también al verlos tan contentos! Fue aquél el momento más feliz y emocionante de toda mi vida. Ya me esperaban, con el corazón alborozado, pues de antemano sabían que aquella tarde misma saldría de las garras niponas.

    Me bañe concienzudamente, pues hacia ocho días que mi cuerpo no gustaba más agua que el terrible water cure, y la poca, sucia y asquerosa que bebía.  Después conté a mis mayores los días de infierno que pasé; lo hice mientras cenaba. Mejor  dicho, apenas cené, pues me era casi imposible probar bocado; la emoción y la atonía intestinal me lo impidieron. Tomé  una buena purga, y cuando creí  al acostarme que pasaría una buena noche, me equivoqué de medio a medio; ¡No pude dormir, pues me parecía demasiado blanda mi caza¡ Durante siete largas noches había maldescansado mi osamente en el duro pavimento, y tenía herido, lacerado todo el cuerpo.  y tampoco me era dable conciliar el sueño, pues en cuanto caía en brazos de Morfeo despertaba intranquilo y sobre saltado, pareciéndome oír muy dentro de mí mismo, como un eco espectral y espeluznante, los gritos de mi paisa, unidos en horroroso concierto a los de las mujeres y hombres que había tendio por compañeros de celda en el “Minami Kempei Butai”:

I won’t talk…! I won’t talk!
— Aray, nanay ko! Nakúuu…Patawarin po ninyo ako…!
— Soy inocente, Virgen Santísima…!

    El día 5 de enero volví a Cortabiarte con el pantalón que me habían prestado cuando salí. Llevaba, además, un ejemplar del Sabatino de la Vanguardia. Me recibió, muy amable, el Teniente Nakano y su inseparable intérprete Nakashima. Les devoví el pantalón y les di las gracias.

— No era necesario, Mr. del Río.
— Se lo prometí al Teniente — repuse yo —. Además, prometí también traer una prueba palpable de que no soy comunista. Ahí va un cuento que escribí finalizando el año 1940 y que se publicó en La Vanguardia el 11 de enero de 1941 titulado “Un ladrón con ideas”.

    Lo tomó el Teniente Nakano y se lo entregó a un Capitán de marina que había a su lado, y que tenía una cara que le hacía la competencia al famoso gorila cinematográfico King Kong. Yo me senté mientras el marino nipón leía mi cuento. Tardó media horita en hacerlo; habló después con el Teniente Nakano, y ambos pusiéronse a mirarme y a reír. Se levantó el capitán King Kong, sonriente, y me manifestó en castizo español:

— Me ha gustado mucho su cuento. Hacía algunos años que no leía en castellano. Desde que dejé Chile en 1938, no he tenido apenas oportunidad de conversar o leer en el elegante de idioma de Cervantes.
— Gracias, Capitán…
— Nishi Tekuchi, de la Marina de Su Majestad Imperial. Sí, señor del Río. Me acaba de decir el Teniente Nakano que el señor Cónsul de España insistió mucho en acusarle de ser el jefe de los comunistas españoles. Las razones que Ud. dio en la investigación fueron bastante convincentes, y este cuento, fuera de toda duda racional, pruebas sus ideas. Realmente, era bastante extraño que el hijo de un hombre rico fuera comunista. Me dice el Teniente Nakano que olvide Ud. Lo que aquí ha visto, y las investigaciones de que ha sido objeto. Ud.  ha de comprender que estamos en guerra, y que la guerra siempre ha sido la guerra, es decir, sumamente cruel, bárbara.
— Bien. Su cuento quedará en los archivos de la Policía Militar para que sirva de futura referencia, y será añadido a su fichero.

    Unos minutos después dejaba a mis espaldas la “Estación del Sur de la Policía Militar”. Pasé enfermo cerca de un mes. Perdí 20 libras en mi prisión. ¡Diecisiete días sin mover el vientre! Tuve que tomar muchas purgas y medicinas. Principios de pelagra y avitaminosis. Piojos en el pelo. Cuatro meses con ring worm. Ocho con colores en una costilla que me rompieron a patadas. Y marcas indelebles en mi cuerpo, que no han de borrarse mientras viva, y en el alma también. Quince días sin dormir, pues cada vez que lo hacía, despertaba ante la pesadilla horrorosa de que me hallaba en la celda N.o 2 de la Villa Araneta, el siniestro y tenebroso “Manimi Kempei Butai”.

Benigno del Río
Manila, 1945

13 comments:

  1. Hola desde Espana! Hay un libro reciente,"Franquistas sin Franco",sobre el fascismo hispano-filipino,solo he leido referencias,todavia no lo he comprado,pero parece que investiga sobre este mundo en esta epoca.Me sorprende la referencia a la "La Vanguardia",parece evidente cierta presencia social del periodismo en espanol en esta epoca.No se si te interesa tambien el tema de periodicos en espanol o solo literatura hispano-filipina,tengo una coleccion de periodicos filipinos antiguos en espanol fascinante y siempre me ha impresionado la desaparicion abrupta de periodicos "de peso y difusion" en castellano tras la 2GM en Filipinas,cuando en los anos treinta eran muy demandados fundamentalmente en Manila.Un abrazo,Joaquin

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    1. Hola Joaquin, es difícil encontrar periódicos viejos en Manila. Debido al calor tropical y la humedad, el papel de diario se daña fácilmente. Tengo muy pocos ejemplares pero me gustaría tener más en el futuro. Todavía no he visto una copia de La Vanguardia.

      Deseo saber más sobre este conflicto entre falangistas y conservadores en Filipinas. Voy a buscar el libro de que hablas. Muchas gracias por dejar un comentario. Un saludo cordial.

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    2. ¿Dónde has encontrado esos periódicos, Joaquín? ¿Es posible encontrarlos en Barcelona?

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    3. Hola Toni. Con respecto a donde los he encontrado...llevo muchos anos de "pasion filipina",buscando en libros de viejo,rastrillos,internet.....el conocer nombres de cabeceras editoriales,lugares de filipinas,ver varios periodicos antiguos y uno filipino y mirar al vendedor y preguntarle por otro que no te interesa y estar regateandole precio....cosas cada vez mas dificiles,porque con internet todo se ha globalizado y ahora,cuando aparece algo vale un "potosi"....pero siguen apareciendo cosas.Hay que estar atento a zonas donde llegaban barcos de filipinas,por ejemplo Barcelona o Cadiz. o donde habian colonias de filipinos(Madrid o Barcelona) o relacionados con ordenes religiosas (valladolid) o en zonas de donde procedian parte de las elites hispano-filipinas (Pais Vasco o Navarra), en esos sitios en reastrillos,tiendas de viejo...puedes encontrar.Y lo mas interesante,el azar,muchos de los soldados a Filipinas procedian de zonas miserables,volvian a Espana con documentos en sus carteras........en definitiva todo un mundo por descubrir y muy literario y poetico.Yo me considero un "rescatador" de estos documentos,de una parte de la historia de nuestro pais en oriente,humilde,no lo entiendas como una petulancia.El pueblo filipino desconoce su historia...el pueblo espanol tambien.Un abrazo,Joaquin

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    4. Yo he encontrado en el mercado de San Antonio de Barcelona acciones de la Compañía General de de Tabacos de Filipinas, pero poco más, la verdad... Lo cierto es que es admirable tu dedicación. Yo soy un principiante a tu lado. Un saludo!

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  2. Hola de nuevo! Te doy los datos completos del libro "Franquistas sin Franco.Una historia alternativa de la guerra civil espanola en Filipinas",el autor es Florentino Rodao (hay algunos articulos en internet de este autor,interesantes sobre como influyo, la division ideologica del lobby hispano filipino en los anos treinta y como esto,provoco, al dividirse, que perdiera fuerza como grupo unido de presion a la hora de tomar decisiones nacionales junto al presidente Quezon,por ejemplo en cuanto al castellano como lengua nacional y su teorico fomento y conservacion).La editorial es Comares.Granada 2013.Quizas pueda estar en la biblioteca del Cervantes en Manila.En esta biblioteca puedes encontrar algunos ejemplares de periodicos del siglo XX y unas copias de algunos ejemplares de "La Ilustracion de Oriente" del XIX estas ultimas las doné hace varios anos al saber que no tenian nada del XIX.Mi coleccion es del XIX hasta 1903.Que nombre tienen tus periodicos?.Tienes razon con lo del clima.Me gustaria dirigirme a ti por tu nombre,no lo conozco.De nuevo un abrazo.Joaquin

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    1. Tengo ejemplares del periódico Voz de Manila (1947) y la revista Renacimiento Filipino (1913). Cuando encuentro un periódico viejo en una tienda, con frecuencia está en mal estado, con páginas dañadas y manchas tropicales. Por eso dejé de buscar por más diarios antiguos.

      Por el momento permaneceré anónimo, pero muchas gracias por tu aporte y amistad. Saludos.

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  3. Que va,Toni!Con tu blog haces un trabajo admirable,demuestras ser un joven con espiritu critico y bagaje cultural significativo,eso es muy importante tal y como esta nuestro pais.Hace muchos anos,siendo casi un nino,estaba viendo un programa de "Informe Semanal",trataba sobre el gobierno de Cory Aquino y sus planes de derogar el espanol como idioma oficial en Filipinas,se mostraba que solo algunos ancianos lo hablaban y a la gente joven no le interesaba;al finalizar el programa,se mostraba a una anciana arrugada,menuda,en una isla perdida,muy pobre,en un bohio de canas de palmera,durmiendo a su nieta cantandole en espanol una cancion de cuna....la anciana no entendia lo que decia,era de memoria,pero dormia asi a su nieta porque a ella,tambien se la cantaban cuando era un bebe....me impresiono tanto la escena que entendi el valor de un idioma para un pueblo....desde entonces siempre me interese por esta islas de Oriente.Un abrazo,Joaquin

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    1. ¡Gracias! Lo mío por Filipinas también es fascinación, la verdad. Me resulta tan curioso que un lugar tan lejano alguna vez pudiese hablarse castellano. Un saludo :-)

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  4. Lo de los periódicos me parece muy interesante. ¿Cree Ud que en ellos pueda aparecer publicado algún cuento o alguna poesía de autores filipinos ?
    Le recuerdo que en el siglo XIX los novelistas publicaban su obras en los periódicos. Dickens...Sherlock Holmes apareció por primera vez en un periódico ya desaparecido: The Strand
    Eso sin contar con toda la información que pudiese suministrar sobre esa sociedad.

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    1. Disculpe mi tardanza en contestarle.Efectivamente en los periodicos,en algunos,aparecen pequenos relatos o poesias,comentarios en rima de tipo jocoso o satirico y,desde luego,informacion social y economica de la epoca y de la zona asiatica,no solo de Filipinas,aparecen datos de Singapur,Hongkong o Siam.......cada periodico es un pequeno mundo,un maravilloso viaje a otros tiempos.Lo que no le puedo asegurar es si los autores eran espanoles,espanoles nacidos en filipinas,mestizos...imagino que la mayoria peninsulares,pues muchos de estos periodicos,estaban ligados a los espanoles residentes,de ahi en muchos casos su fracaso,en cuanto que estos eran pocos y la empresa no resultaba viable.Un saludo Joaquin

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  5. Hola.
    Benigno del Rio , citado en esta entrada, es un enigma para mi familia .Si os fijais en el extracto de su obra " Siete días en el infierno" cita a un tal "paisa" al que oía gritar en la celda de al lado. Ese "paisa" es mi abuelo "José Miranda Gonzalez" , al quien cita y describe bien en la obra.
    ¿Alguien sabe de mas obras de Benigno del Rio.
    Gracia
    Mario Hernandez Miranda

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    1. Hola Sr. Miranda, muchas gracias por compartir sus pensamientos y historia personal. Saludos cordiales.

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