Friday, May 15, 2015

Teatro de Binondo (1847)

En la tele había un concurso llamado Asia’s Got Talent. Cuatro equipos de las Filipinas llegaron a la final, queriendo obtener el codiciado trofeo. La selección filipina le ha dado alegrías a sus hinchas. Y todo lo que oí fueron los aplausos cuando la música se detuvo. Todo el mundo estaba encantado.

El grupo filipino favorito es “El Gamma Penumbra”. El público era de ellos desde el momento en  que comenzaban los juegos de sombras. Su número es parte pantomima y parte baile.

El Gamma Penumbra  - Un nombre largo con demasiada letras en español. Dicen que el nombre quiere decir la sombra.  La palabra española «penumbra» significa «semioscuridad», que es la sombra débil entre la luz y la oscuridad.

¿El Penumbra o La Penumbra? En tagalo, como los demás idiomas filipinos, las palabras son invariables en genero. No hay masculino o femenino. Por ejemplo, los filipinos con frecuencia mezclan las palabras inglesas «He» y «She», que puede resultar ofensiva para algunas personas tan susceptibles.

Aquí está el video del grupo. Reemplacé la canción con la versión española – traducida al español, con frases que no siempre parecían a los originales. En mi sueño, seguimos hablando en español en todo momento.



A los filipinos les encanta cantar, bailar, y actuar cada vez que hay una ocasión. Durante el período colonial, se describió el Teatro de Binondo de la siguiente manera:

Se ha organizado una compañía de indios y mestizos, que representan dramas y comedias españolas, no tan bien que cautiven la atención  de los europeos, ni tan mal que eviten a continua risa, de modo que en sentir de muchos era más divertido el antiguo teatro de Arroceros. De todos modos, si  se atiende a la inmensa distancia que separa a un indio de un cómico, a lo mal que aquellos hablan el castellano, y a su natural languidez, en particular en las mujeres, que reúnen además una voz de tiple muy aguda, se convendrá en que hacen más de lo que se podía  esperar de gentes que nada han visto y que no tienen quien los directa . Bailan además bailes nacionales españoles, y se esperan juglares de la India y de China, que sin duda atraerán mucha concurrencia.


José Honrato Lozano 
Álbum Vistas de las Yslas Filipinas
1847



Friday, January 30, 2015

Al Dolor


La matanza de 44 comandos policiales en Mindanao.

No entendíamos por qué todo salió tan mal. —Ha sido un desencuentro, explicó el ministro del Interior, Manuel Roxas.

Misencounter. Misencounter. Misencounter. —Nos lo decían  demasiado a menudo. Empezó a parecernos una excusa para su incompetencia.


Cualesquiera sean sus razones, el presidente no se presentó en la base aérea militar, para recibir y rendir tributo a los héroes caídos.  La decepción se agolpó en torno a las familias de las víctimas como nubes de tormenta. Desengaño total, puro y amargo.



Un día de luto nacional para recordar y rendir homenaje a nuestros héroes policiales. 






















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AL DOLOR


    ¡Oh dolor, maestro dolor,
no te separes de mí;
no se vive sin amor,
pero tampoco sin ti!
    ¡Cuántas veces peregrino
inexperto, me extravié;
y un guía siempre en ti hallé
para volver al camino!
    Hiéreme, hiéreme el alma,
y no te canses de herir;
quiero alcanzar, al morir,
de la victoria la palma.
    Todo se puede sufrir,
si sufrimos con amor;
hasta el dolor de morir
deja de ser un dolor.



Emeterio Barcelón y Barcelo-Soriano

Friday, January 23, 2015

Bienaventurados Los Humildes (1941)



El Papa Francisco vino con la lluvia y los vientos del tifón Amang , usando un poncho plástico amarillo, similar al que usan cientos de miles de los fieles católicos en Tacloban. Aquí hay demasiada tristeza y no bastante esperanza. A pesar de eso, los sobrevivientes hacen mejor con lo que tienen.

Lo que más recuerdo es su homilía. A veces trato de imaginarme  lo que sentía  él mientras conversaba con todas las víctimas del supertifón Yolanda. ¿Cómo consolar a alguien que está en el dolor?  Una persona que se sintió como si le hubieran arrancado el corazón del pecho.

—Tantos de ustedes se han preguntado mirando a Cristo '¿por qué, Señor?' — exclamó el Papa, — y yo respeto tus sentimientos.

—Tantos de ustedes han perdido todo. Yo no sé qué decirles. El Señor sabe qué decirles. Tantos de ustedes han perdido parte de la familia. Solamente guardo silencio. Los acompaño con mi corazón en silencio.

Fue un mensaje de solidaridad, llena de emociones. La gente lloraba. Todo esto les invadía como un baguio fuerte con un tsunami inesperado.

Nos aseguró que no estamos solos y el Señor no defrauda. Yo le creo. Esta es la primera vez  durante una misa que lloré así.

Bienaventurados los pobres y humildes de corazón.

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El título lo dice todo. Este cuento de Jesus Balmori se trata de dos árboles en la selva — el verde pino altivo y el negro kamagón humilde.



Mi video del Papa Francisco en Tacloban, Filipinas
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     Toda la selva ardía con un calor de fragua, de infierno, a pesar de haberse ocultado el sol y yacer el boscaje envuelto en densísimas sombras y tinieblas.

    De vez en vez, el fulgor de un relámpago sacudía las nubes como un latigazo. Y después de un instante tableteaba el trueno lejano y ronco…

    Habían huído a refugiarse en no importaba dónde las bellas aves de la primavera. Las grandes flores rojas, amarillas, blancas se tronchaban marchitas sobre sus tallos inclinados. Un raudo viento cortante y cálido como el vaho de un cráter lo alfombraba todo de pétalos y hojas destrozadas.

    El verde pino, trémulo y temeroso, hablo:
    —Abuelo kamagón, ¿no sentís miedo?
    El kamagón sonreía: ¿Miedo a qué, de qué?
    —A la tempestad que llega…
    El kamagon seguía sonriendo:
   —¡Bah!... Amigo mío; no todo ha de ser encanto y luz y flores y besos… En la vida más feliz hay muchos días de tempestad como éste; yo he visto muchísimos, tantos que hoy ya lo mismo se me da que alumbre el bosque el fuego de los rayos como la dulce y blanca luz de la luna llena… Además, que la tempestad pasa, como pasa todo, la juventud, el amor, la misma gloria…
    —Sí, pero la tormenta vuelve…
    —Y ¿quién os dice que no vuelven la juventud, la gloria y el amor?
    El aire iba entenebreciéndose más; los relámpagos eran cada vez más vivos y continuos; el trueno retumbaba cerca; y algunas gotas de lluvia grades y pesadas caían indistintamente, alzando un rumor de latigazos.
    En la selva alborotada se oía el silbar de los reptiles, el grito de los kalaws, las quejas del los árboles heridos. Un fuerte ventarrón se alzaba arrollándolo todo ante su paso, tirando nidos y desgarrando ramas… De pronto una roja llamarada incendió y seguido de un estrépito infernal que conmovío la tierra en sus entrañas, cayó el primer rayo enrocándose como una culebra de restallantes brasas al hermoso y altivo ilang-ilang que se dobló pesadamente hecho pedazos.
    Pasado el estruendo desolador, el kamagón  miró al pino con lástima. Se había despojado de toda su altivez, de todo su necio orgullo y aparecía acuciado y tembloroso, víctima del pavor que le corroía hasta la savia de las más hondas raíces. Cubierto por sus gentiles ramas que azotaba despiadada la lluvia, parecía llorar todas las gotas de agua que le volaban por las hojas; el kamagón compadecido, le habló entonces, por sobre la voz tremulante de los desatados elementos.
    —No tembléis, no lloréis, esto pasará…
    —¡Oh, abuelo, tengo miedo de morir!
   —Ni moriréis. Sois joven todavía; pero si está escrito que dejéis de existir hoy, eso, ¿qué más os da?... Tarde o temprano tendrá que ser; todos vamos por el mismo camino; es cuestión solamente de unos años más o menos…
    El retumbo de otro tueno ahogó su voz; otra llamarada infernal los cegó; y ambos escucharon cómo a sus mismas espaldas de derrumbaba secamente otro pobre ilang-ilang herido por el rayo…
   El pino más espantado todavía se alzó en un grito de protesta desesperada.
   No, no él no quería, no podía, no debía morir, y morir así, partido por un rayo. Era joven aún y apenas había gozado de las dulzuras divinas del abril. ¿A qué arrancarle por la negara hedionda parca de sus noches de plata olorosas a flores y luna, de sus días de oro poblados de las alas y de rosadas auroras?...
    Calló de pronto, estremecido, agitado por un horrible estertor, doblando la copa ideal que un rayo ahora veteaba con su azul y roja y verde y amarilla fosforescencia, como un largo collar de turquesas y rubís y esmeraldas y zafiros colgante por su muerto tronco; el pobre pino era un sueño más que caía, un inmenso sueño de grandeza perdido en la grandeza universal!...

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    Pasado un año, en otra luminosa mañana de abril, algunos leñadores invadieron la selva.
    Y entre los troncos y las ramas frescas de los árboles que derribaron a bolazos y a hachazos se llevaron consigo los resecos despojos del verde pino y el negro kamagón.
    Y sucedió que mientras la gente del pueblo necesitaba leña, el cura del pueblo necesitaba una gran cruz para su culto. Y así fue que se quedara con el tronco del viejo kamagón para ponerlo en manos de un hábil escultor.
    Y en una misma noche, mientras deshecho en mil rajas se hacía  ceniza el pino en los rústicos caseros galanes de la comarca, el kamagón convertido en cruz divina y dorada se alzaba sobre el trino santo y humilde de los rezos.
    Allá estaba humilde, negro, amoroso, sirviendo de sostén a un Dios que sobre él agonizaba y moría de amor…
   En tanto el cura sobre el púlpito comenzaba a hablar y sus palabras se iban abriendo sobre el alma sencilla de la multitud  como estrellas, como nardos.
    —“Bienaventurados los humildes”…

Jesús Balmori
Manila (Mayo de 1941)

English Translation

Kamagong (Tagalo), Camagón (Español), Velvet Apple (Inglés)


Friday, January 16, 2015

Tuesday, September 23, 2014

María Clara (1905)


Actualmente el nombre “María Clara” se suele identificar con el personaje femenino principal de la Novela Noli Me Tangere o el vestido tradicional de la filipina. No obstante, durante la época colonial María Clara se convirtió en el símbolo del país, la esperanza de la nación,  de su historia y cultura, y también la imagen idealizada de las mujeres filipinas.



El personaje de María Clara está basado en una hermosa joven 
llamada Leonor Rivera, quien fue el primer amor de Rizal. 

A Fernando Ma. Guerrero se le conocía como “Príncipe de los líricos filipinos” en castellano. Para los amantes de la literatura hispano-filipina, el autor del cuento abajo no necesita ninguna introducción. Su libro de versos Crisálidas se publicó en 1914, que incluía también el poema del mismo nombre, María Clara.
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    María Clara me miró largamente: en sus ojos florecía aquella infancia de estrellas que vio la pálida musa de Rettée.
    —¿Qué dices, María Clara?...
    Silencio aún. El verbo no desfloraba los labios de la virgen espiritual… Todas las ansiedades despertaron como en arranque de rebelión en mi pecho…
    —Háblame, María Clara, háblame…
    Y María Clara sonrió tristemente con una sonrisa autumnal y efímera y luego me tendió una de sus manos blancas, manos de lirio y de seda, manos de amor y de piedad…
    —No, —me ha dicho María Clara —yo no puedo morir. Soy el espíritu de mi raza, de tu raza; soy la encarnación de todas las tristezas, de todas las glorias, de todas las alegrías de la Patria… Yo vivo en ti, como he vivido, como viviré, si tú no me traicionas ni olvidas mis palabras buenas…
    ¡Ah! Sí. Era en verdad muy buenas las palabras de María Clara. Son muy buenas.
    —Yo no te traiciono, yo no olvido lo que me dices —la he contestado —Mírame, soy el mismo de siempre; un poco más triste y más agobiado por el fardo de la vida, es verdad, pero siempre á tu lado, siempre queriéndote como a mi propia madre… ¡siempre tuyo…! Sólo así podremos salvarnos, ganar la gloria y coronarnos de laurel…
    María Clara no me ha respondido, pero se ha llevado la diestra al pecho y me ha entregado su corazón:
    —Tómalo, —me ha dicho María Clara—es mi recuerdo para ti… Yo di a Rizal ese corazón; yo quiero dárselo á todos los filipinos… Con él seréis grandes, fuertes, y triunfadores.
    —¿Y el peligro? ¿y la mano armada de hierro? ¿y el abismo hondo y la cumbre inaccesible?
    —Nada de eso existe —ha replicado María Clara —cuando la voluntad está pronta, cuando la voluntad es verdadera… Yo sabré animarte. Sígueme. ¿No sabes que mis besos dan vida?
    Desvaneciose el ensueño, y desde entonces he seguido a María Clara — sombra de amor y de poesía — por el triste camino de la vida.
    Y María Clara me ha besado.


Fernando Ma. Guerrero
El Renacimiento. Manila
29 de diciembre de 1905

English Translation

Sunday, July 6, 2014

País de Ensueño (1907)

Durante el mes pasado estuve de vacaciones con mi familia en California. En San Diego había una tienda de juguetes, escondido en una esquina de la segunda planta en el Fashion Valley Mall, donde llegaba el sol y el aire fresco, a diferencia de la mayoría de las tiendas en los centros comerciales de Manila. 

Qué maravilloso se veían esos juguetes en los estantes. Otra vez no pude resistir el clamor de mi hijo de 6 años para comprar “Star Wars Lego”. Él ya los tenía muchos: el tanque droide, el AT-TE, los 212th Battalion Clone Troopers, la cañonera de la República, Duelo en Geonosis, etc.  No obstante, él era un gran fan de Lego y Star Wars, y siempre quería más juguetes.



Juntos como familia nos divertimos construyendo nuestros mundos imaginarios y jugando Las Guerras Clon. Jugar con los ladrillos de LEGO ha sido una buena fuente para activar la imaginación y fomentar la creatividad.

Se dice que la combinación de imaginación y de juego ha producido muchos cuentos fantásticos.

Este relato imaginario que sigue nos narra acerca de una princesa que no puede llorar. El autor, Jesús Balmori fue un escritor prolífico que publicó varios ensayos, poemas y artículos periodísticos.  A través de sus obras nos lleva a reflexionar, a pensar; a veces nos hace reír y otras llorar.  En 1940 obtuvo el primer premio en el concurso literario convocado por el gobierno filipino por su volumen de poesías «Mi Casa de Nipa».



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I

    Nació una princesa en el país que dora el sol, que besa el mar azul, y en el que canta el viento un himno de amor eterno.
    Los inmensos palacios se llenaron de flores, en los dorados templos voltearon las campanas, y sobre los muros de la ciudad imperial, los reales heraldos de la Alegría soplaron sus trompetas de oro y sus trompetas de plata.
    Un mago chino vestido de auroras bautizó á la princesa. Con los brazos hacía el sol y la frente sobre el pecho, él dijo:
   En el nombre del Amor y del Ensueño, yo te bautizo, princesita…
    —¡Oh reina! ¿cómo se llamará esta princesita?
    Y la reina, con su alma de madre, profanando el misterio del destino, contestó:
    ­—Pues, FELIZ.

II

   Llegaban las hadas al palacio azul; llegaban las hadas sobre carros ondeantes de palomas y flores, sobre carros de alas y fulgores de luna. Se llenaba el alcázar de música y ensueños, la reina vestida de esmeraldas recibía á la corte.
    Y las hadas inclinadas sobre la princesita, dejaban en la cuna real dones maravillosos.
—¡Serás preciosa!
—¡Serás amada!
—¡Tendrás ensueños!
—¡Tendrás alegrías!
—¡Tendrás llorar!... 
    Dijo el hada del llanto, despaciosamente, disponiéndose á verter sobre los ojos de la niña la esencia de su ánfora. Pro la reina, trémula, se interpuso entre el hada y la cuna… ¿qué estaba diciendo?...¡Llorar su hija! Llorar su princesita! ¡Su princesa FELIZ! No, nunca. Imploraba y plañía; que todas las lágrimas destinadas á la hija, cayeran sobre sus ojos y su corazón. La princesa del palacio azul, la princesa del palacio ensueño y las flores, no podía, no debía conocer el lloro…

    El hada radiante y altiva, consideró desprecio la súplica y consideró malicia la ignorancia, subió á su carro de rosas y murciélagos, y se fue por los aires, enmarañando aromas y auras en su áurea carrera. Pero antes de partir, maldijo á la chiquilla:
   —¡Oh, no tendrás lágrimas! ¡No sabrás llorar!
    Y la reina besó á su hija. ¡La había preservado de las lágrimas!

III
    Pero no del dolor. La niña, mujer aunque princesa, sufrió como todas las mujeres. Y eran de ver las muecas angustiosas de aquella carita infantil y divina, que sufría y sufría sin poder llorar.
   Y la reina mirando á la niña, aprendió una cosa.
    “Que el dolor sin lágrimas, es dos veces dolor.”

IV

Fueron primaveras. La princesa era linda. La princesa era pálida.
Como dijeron las hadas, era preciosa, era amada, tenía ensueños , tenía alegrías.
Pero no tuvo lágrimas; Conoció el placer: anheló llorar de gozo, no pudo…
Y desde entonces, la princesa FELIZ fue la más infeliz de las princesas.


V

    Una vez —era un atardecer en los jardines reales — ocultos en las frondas vislumbró la princesa á dos amantes.
    Él rodeaba su brazo por la cintura de la amada; ella con la cabeza echada atrás, recibía en su boca un beso.
    Seguía la princesa con su mirada triste el ensueño de idilio; pero de pronto ondularon las ramas, la dulce pareja se perdió entre las flores, y un sollozo de amor vibrante y harmónico tremó en las brisas.
   Cada flor era un místico turíbulo; un perfume leve, vago, ascendía, como el alma de un poeta, hacia los cielos; un hilo de plata cantaba en el surtidor, donde un cisne pálido sostenía el plinto de una estátua de ensueño.
    Y se alejó la princesa lentamente del jardín , con el pecho palpitante, con los ojos hinchados, con el corazón lleno de envidias y locuras…
    Se alejó la princesa, se alejó lentamente del pomposo y maldito jardín de amor.
    Heráldica celeste. Sobre gules radiaba Venus — lampadario de oro — y enarcaba el novilunio su gran ceja de azur, como el arco de luz de un sagitario que asaeteara en los ámbitos durmientes, al monarca vencido que se alejaba huyendo.

VI
    Lágrimas de pena, lágrimas monstruosas y amargas son las olas del mar. Lágro,as de alegría, lagrimas de cristal y de risa son las gotas de roció que llueve la mañana sobre el ala de los pájaro y los labios de la flor. Lágrimas melancólicas, lágrimas de oro —acaso lágrimas de amor —son las hojas que arranca el Otoño de las ramas muertas.
    Pero en los ojos lumínicos, en los grades ojos sonantes de la princesa, no ha lágrimas.
    La reina, muriendo de angustia, demandó  públicos consuelos para su hija. ¿Quién sabía el remedio de que llorase la princesa?...
    Sobre los muros de la ciudad imperial, los reales heraldos de Dolor, soplaron sus trompetas de cuerno y sus trompetas de ámbar. No se sabe de qué antros llegó una vieja corcovada y horrible.
    —Tengo mil años, dijo, y sé que el único medio para desarmar el odio del hada del llanto, es que un joven hermoso y ajenó a la princesa llegue á su palacio para implorar perdón.
   Los reales heraldos del Dolor volvieron á soplar sus trompetas de cuerno y sus trompetas de ámbar. un bello guerrero se presentó en la corte.
   —Yo iré.
   Miraba, al ofrecerse, los párpados morados y tristes de la pobre princesa.
   —¡Bendito seas! dijo la reina.
   —¡Y vuelve pronto! suspiró ella.

VII
   Soñaba ella en la vuelta del guerrero, del hermoso y bello guerrero amado.
   Porque ella le quería con toda el alma, desde que vio sus ojos alegrones posados sobre los suyos manchados de melancolía. y el guerrero volvió. Toda la corte se vistió de oro para recibirle. Venía alegre y satisfecho, contando aventuras del viaje; abismos vencidos, monstruos derrotados…
   — Y aquí tenéis , princesa, el ánfora del llanto que tanto deseasteis, aquí tenéis  todas vuestras lágrimas; lloraréis, princesa, el día que se rompa el cristal que las guarda.
   — ¿Y qué quieres en premio? preguntó ella, soñando en ponerle sobre la frente su corona real.
   —Nada princesa; solo la compasión me impulsó á haceros feliz. Yo ya lo soy; tanto que no ambiciono más.
    Brotó de sus ojos una luz de amor; siguió la princesa su mirad de él, y la encontró en los aires, estallando en un beso con la de aquella mujer, que oyera una tarde llorar de amor en los jardines reales…
    Entonces sintió celos; palpitó en su alma el despecho; y se quebró el cristal del ánfora del llanto.
    Y ante la regia corte vestida de oro, ante toda la corte reunida para engloriar sin par ventura, lloró la princesa las primeras lágrimas, mucho más dolorosas que todas sus pasadas tristísimas doloras.

Jesús Balmori
Excelsior. Manila
30 de Mayo de 1907



Monday, April 28, 2014

Quezon y El Idioma Inglés (1921)

Hace pocos meses mi familia y yo tuvimos la oportunidad de comer en el restaurante “Guevarra”1. Mi cuñada decidió celebrar su cumpleaños en este restaurante de Chef Laudico. Nos pusieron en un comedor privado, separado del resto del buffet,  para gozar de una cena tranquila y íntima con familia y amigos. El ambiente era como en una casa vieja, y la cena fue agradable y abundante. Había muchos potajes (platos) de comida diferentes para elegir. Si quieres disfrutar de una buena comida tradicional de Filipinas, a la vez que modernizada, este sitio es una buena opción.

Mi foto del restaurante «Guevarra»




Interesantemente, este lugar es una antigua casa rehabilitada,  la que antes era una mansion construida en los años veinte. El restaurante está situado en el barrio rico de San Juan, y lleva el nombre del Senador Pedro Guevara, quien fue un político y periodista del diario español Soberanía Nacional. Entre 1923 y 1936 fue elegido siete veces como representante (Comisionado Residente de las Filipinas)  en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Como el presidente Quezon, el Sr. Gueverra era un castellanohablante de origen tagalo y aprendió inglés como tercer idioma. Parece que todos los filipinos que eran alguien en aquella época eran castellanohablantes.



Desde aquella noche he pensado en por qué los autoridades no pudieron conservar el idioma español en las Filipinas. Los líderes filipinos pensaban que era necesario adoptar un lenguaje común, como fundamento de la unidad e identidad nacional. Según de la Revista Filipina del año1912, el país «debe tener un solo lenguaje oficial. Hasta el presente se han usado el inglés y el castellano, común o simultáneamente

Los periodicos bilingües eran comunes en la década de 1920.


Lo que se me ocurre que los políticos filipinos apoyaron el plan de los norteamericanos para la adopción del inglés, en lugar del español, como el sólo idioma oficial. Es triste, pero cierto que nuestro mestizo presidente, Manuel Quezon, prefirió inglés sobre su materna lengua. Años después, la fuerte personalidad de Quezon fue predominante el factor decisivo en la campaña por la aprobación del tagalo como la otra lengua nacional. El castellano dejó de ser enseñada en las escuelas primarias y secundarias, y lentamente desapareció del uso general debido a que la nueva generación de los estudiantes no lo hablaba.


1. Guevarra - una variante de la ortografía del apellido Guevara

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    Uno de los mayores problema que tiene que resolver Filipinas es la cuestión del idioma. Una nación que aspira a ser independiente, como Filipinas, debe tener un solo lenguaje oficial. Hasta el presente se han usado el inglés y el castellano, común o simultáneamente. Se han dado seguridades de que el inglés será en definitiva el idioma oficial de estas Islas, habiéndose hecho esta promesa hace muchos años. Pero esa promesa no se ha cumplido hasta la hora presente. Consuela, sin embargo, saber que aunque no se ha cumplido la promesa, tampoco se ha dado un paso atrás en este particular. Los millones de niños de las escuelas públicas se alegrarán de saber que el Presidente del Senado, el Sr. Quezon, no favorece ningún otro idioma más que el inglés, como idioma oficial de Filipinas, cual lo demuestra el discurso que pronunció ante la Inter-Alumni Union el  12 de marzo, en el que dijo en parte:

     “Acabo de leer vuestra constitución y veo que uno de los fines que perseguís es la declaración  del inglés como el único idioma oficial de Filipinas. he sido partidario de esa idea, mucho antes de saber el inglés, y, realmente, creo que esta no es una cuestión discutible. Lo han resuelto hace tiempo nuestro Gobierno y nuestro pueblo. Cuando se declaró que el inglés  se enseñase en las escuelas públicas, eso equivalió  a una declaración definitiva, de parte del Gobierno, de que el inglés será finalmente adoptado como el único idioma oficial de las Islas Filipinas. Porque sería desperdiciar el dinero el enseñar un idioma que no pudiesen usar los hombres y las mujeres, que tienen que pasar muchos años asistiendo a las escuelas para conocerlo. Y no sólo sería malgastar el dinero, sino cometer una injusticia con esos jóvenes de ambos sexos. Por supuesto, el inglés tiente que ser el idioma oficial de las Islas Filipinas.

 
Manuel Quezon (circa 1920)
  
Estaría fuera de lugar el pensar en cualquiera de nuestros dialectos para este fin, porque no podríamos convenir en cuál debería adoptarse. Como tagalo que soy, lucharé hasta el fin de mi vida por la adopción del tagalo, y el Sr. León, vuestro Presidente, hará todo lo  posible para que el ilocano sea el idioma oficial. Además, nuestros dialectos carecen de la literatura necesaria para la educación y ejercicio mental de nuestros jóvenes. Si tenemos que escoger un idioma extraño, el inglés es el único. Es el idioma internacional en el Extremo Oriente. Recuerdo que, cuando salí de Filipinas por primera vez, en mi viaje a Rusia — eso fue en 1909 y no sabía más que el castellano – desde que puse el pie en Hongkong hasta que me encontré con el primer filipino en Paris, no podía entender a ninguna de las personas con quien me encontraba. Aquel viaje me hizo aprender el inglés.

    En cierta ocasión, me senté a una mesa y quise pedir huevos. Cogí el menú y apunté algo que había en él, creyendo que decía huevos. Me dieron pescado. Así fue que desde entonces me convenció de que si quería comer huevos y no pescado, tenía que aprender el inglés.

    Pero hay otras razones más importantes, uno de los fines de esta sociedad, según supe esta noche, es mantener las instituciones democráticas, y el idioma inglés, amigos míos, es el medio mejor de conservar las instituciones democráticas en Filipinas. No quiero ser más impopular de lo que soy ahora entre los españoles y, por tanto, no voy a decir qué  es lo que se puede saber de la libertad por medio del castellano. Sólo diré que, si queréis tener una noción y concepción claras de la libertad, tenéis que obtenerlas de la literatura inglesa.

   Pero hay otra razón más importante en estos tiempos que todas las otras, desde nuestro punto de vista. Sabéis que nos cuesta mucho convencer a ciertos americanos de que debemos tener un gobierno independiente. Los que se oponen a la independencia filipina, como he dicho en varias ocasiones, pueden dividirse en dos o tres clases. No voy ahora a definir a estas clases diferentes, sino quiero solamente decir que podemos llegar a todos ellos mediante una forma de razonamiento. Cuando ellos vean que el dedo del destino señala un día en que nuestra separación tiene que efectuarse, querrán por lo menos saber que algo permanente se ha hecho aquí por el pueblo americano. Y eso halagará el orgullo de la nación americana, sus sentimientos, que, según el Sr. De Joya, gobiernan el mundo.

    Sería motivo de orgullo y satisfacción para el pueblo americano el saber que los Estados Unidos no han perdido aquí el  tiempo, que algo suyo ha permanecido y permanecerá para siempre en las Islas. Agradará a la nación americana la noticia de que, aun después de haber sido arriada su bandera, las instituciones y los ideales americanos han venido a ser una herencia para el pueblo filipino. Estará segura de ello cuando sepa que el idioma inglés ha sido adoptado por el pueblo de Filipinas como idioma oficial. Esto  es tan importante que cuando era Comisionado Residente en los Estados Unidos, me encontraba en mis viajes con gente que discutía conmigo sobre la independencia de Filipinas y generalmente, al final de la discusión, me preguntaban: “¿Cuál será vuestro idioma? ¿Qué idioma se os enseñara, cuando os dejemos? Saben, naturalmente, que el inglés se enseña en las escuelas. Yo contestaba invariablemente que sería el inglés. Digo, pues, que la adopción del inglés, como idioma oficial de las Islas Filipinas, es un buen medio para conseguir la independencia filipina. “

Revista Filipina
Abril- Mayo 1921