El cine filipino se inició en 1897 cuando dos españoles proyectaron las primeras imágenes en movimiento en Escolta, Manila. La mayoría de las películas mudas estaban subtituladas en castellano.
El cine filipino empezó con subtitulos en español.
La primera película sonora en español realizada en Filipinas fue Secreto de Confesión, la cual fue producida por Parlatone Hispano-Filipino en 1939. Había otras películas en español como Las Dulces Mestizas, Muñecas de Manila y El Milagro del Nazareno de Quiapo.
"La primera película hablada y cantada en español"
Desafortunadamente, casi todas las copias de las películas de Filipinas se perdieron durante la liberación de Manila en 1945.
Sólo cinco películas sobrevivieron la guerra y ninguna en español. La película tagala Tunay na Ina fue una de ellas. Fue una película dramática y romántica dirigida por Octavio Silos, y protagonizada por Rudy Concepción y Rosario Moreno. Se estrenó en 1939.
Ahora nadie recuerda a estos actores pero por aquel entonces eran la pareja romántica del momento. Desgraciadamente, murieron a una edad temprana, justo en el apogeo de sus carreras, Rudy (1912-1940) falleció un año después de hacer la película. Sufría de la enfermedad ulcerosa péptica. Él tenia 28 años. La vida de Rosario (1916-1945) se vio truncada por la guerra. Ella tenia 29 años.
Hice este video de YouTube con escenas de la película e incluí la canción Algo Tonto de Amanda Miguel. Espero que les guste.
María Adelaida Gurrea Monasterio (1896-1971) nació el 27 de septiembre de 1896 en la hacienda de su familia en La Carlota, Negros Occidental. Estudió en Manila en el colegio de Santa Escolastica, donde terminó un bachillerato en letras. En 1921 se trasladó a España, donde vivió de forma continuada hasta su fallecimiento en 1971, aunque siempre mantuvo su nacionalidad filipina. Su collecíon de poemas A Lo Largo del Camino ganó el premio Zobel en 1956. En 1964, su cuento Comodón y Pamplinosa fue seleccionado por la editorial Doncel en un concurso de cuentos.
Una tarde, que hacía mucho calor, el carabao jadeante le dijo a la vaca:
- ¡Qué sed tengo! Llevamos tres horas seguida tirando de este rastrillo y las patas no pueden ya sostenerme.
- ¿Por qué no nos tiramos al suelo a ver si el amo se compadece de nosotros? -contestó la vaca.
-Y si nos dan de palos? -replicó el carabao.
-Es preferible cualquier cosa compañero. Yo ya no puedo más; ayúdame tú...
En este momento la vaca, que se llamaba Pamplinosa, cayó al suelo extenuada. El carabao hubiera podido aún continuar, pero se dejó caer también, por compañerismo. El amo, entonces, comenzó a vociferar mientras les apaleaba furioso.
- Levantaos holgazanes, sólo lleváis tres horas de trabajo yo queréis descansar. Tomad, tomad, para que aprendáis.
Entonces la vaca, en medio de sus dolores, se quejó:
- No podemos más. Somos viejos y hemos trabajado para ti todo lo que hemos podido. En la vejez se debe descansar. Tú eres el indicado a darnos el descanso al cual tenemos derecho.
El amo cesó de pegarles, asombrado del atrevimiento que mostraban al hablar así.
- ¿Entonces, qué pretendéis? ¿Comer la hierba y el rastrojo que necesito para dar fuerzas a mis animales útiles, sin que me sirváis de nada?
- Nosotros no tenemos la culpa de ser viejos - se atrevió a replicar el carabao.
El amo se quedó pensativo un momento, pero como era un gran tacaño contestó - Si, claro, vosotros no tenéis la culpa, pero tampoco la tengo yo. ¿Por qué voy a ser el pagano y tener que alimentar a dos bichos que no me rindan beneficio?
Los dos animales no replicaron, pero pensaros que con un poco de buena voluntad podrían seguir viviendo en el campos sin necesidad de trabajar.
El amo les desenganchó del rastrillo y, una vez libres, les habló así;
- Bueno, si no podéis hacer nada para mí , tampoco debéis esperar que yo os mantenga. Haced lo que gustéis, siempre que no sea en mis tierras, dentro de las cuales no quiero volveros a ver.
Adelina Gurrea Comodón y Pamplinosa Presentado a la editoríal Doncel en 1964
Jesús Balmori (1887-1948) fue un escritor prolífico y ganador de varios premios literarios. Nació en Ermita, Manila y estudió en el Colegio de San Juan de Letran. En 1926, recibió el Premio Zóbel por las justas poéticas mantenidas junto a Manuel Bernabé. En 1938, su colección de poesías Mi Casa de Nipa ganó el gran premio de poesía en el concurso literario nacional. Escribió tres novelas Bancarrota de Almas (1910), Se Deshojó la Flor (1915), y Pájaros de Fuego(1945).
Galindo fué otro hombre. Confiando el hijo a manos mercenarias, se arrastraba por todos los rincones de la casa flácida, enclenque, sucio y haraposo. En tanto el gran hombre, se daba a la mala vida entregado en vida y alma a la mujer fácil y al alcohol.
Unas noche durmiendo una de sus grandes perturbaciones alcohólicas, tuvo un sueño desolado. Era Susana, inclinándose ante la camita de su hijo, estrechándolo y abrigandolo en su seno, y llevándoselo quietamente al través de las cerradas puertas…
Él la detuvo: ---¿ A donde vas? ¿A donde te llevas el niño? ¿Qué es lo que estás haciendo, mujer?...
Ella le miró amargamente y sus crueles palabras cayeron como golpe de un martillo sobre las sienes del soñador:
---Has convertido el amor en odio y no eres digno de perpetuarte entre los hombres. Me llevo a nuestro hijo, porque todas las madres, al morir, debian hacer lo mismo. Quédate en la mentira de tus placeres y tus embriagueces. La verdad soy yo y el angel que me llevo….
Galindo despertó azorado. Saltó de la cama y corrió hacia la inmediata habitación donde dormía el niño.
Lo recogió en sus brazos; lo sacudió en lo alto; lo golpeó fuertemente contra su pecho. El niño estaba muerto.
El poema trata sobre el orgullo por la herencia cultural y idioma propios. Fue compuesto por Eliodoro Ballesteros, para la inauguración del Circulo Chabacano Caviteño en el 26 de Septiembre de 1964. En el pasado, los hispanohablantes de las Filipinas se burlaban de las personas que hablaban chabacano, el cual se llamaba lenguaje de tienda o español de tienda. Actualmente, se aprecia esta lengua criolla y se realizan esfuerzos para preservarla. Lamentablemente, el chabacano de Cavite esta en peligro de desaparecer debido al uso generalizado del tagalo en la ciudad de Cavite y la disminución de los hablantes nativos.
El poema fue traducido al español por Sr. Antonio Quilis, quien fue el autor del libro La Lengua Española en Filipinas (2008), y también miembro de la Academia Filipina de la Lengua.
Nosotros somos los heraldos de este local dialecto, que lo anuncian al mundo, bajo el brillo del sol, como una herencia santa, grandiosa y sin defecto, compuesto por las lenguas tagala y española.
Desde hace trescientos años de convivencia grata que tuvo Cavite con el conquistador, nació el chabacano que nosotros continuamente hablamos con gusto, con orgullo y honor.
Este dialecto está formado por una mezcla de Colorado y blanco, combinación que resultó de rosas: Colorado es el tagalo; blanco, el castellano, y rosa ,el chabacano –nuestra habla –
Cuando todavía era niño, aprendí chabacano, porque mis padres me lo enseñaron, y todos mis compoblanos, ahora y para siempre, no deben olvidar este nuestro dialecto.
Esta es una prenda sagrada llena de armonía que alumbró en mi vida, como un sol de virtud, porque en chabacano escribí poesía cuando me enamoraba en mi juventud.
Se burlan de nosotros por este nuestro idioma, porque, dicen, que es español corrompido. Pero para los de Cavite el chabacano es aroma concentrado en sus huesos y hasta en sus nervios.
Los extranjeros que tienen tiendas en esta nuestra ciudad por fuerza aprenden el chabacano para evitar disensiones con los compradores cuando venden.
A lo mejor ustedes saben que, entre nuestros paisanos usan su dialecto cuando hablan, y así, nosotros debemos usar el chabacano con nuestros compoblanos donde quiera que los encontremos.
Haced del chabacano el pan de cada día, pues todo caviteño de cuerpo y alma debe usar este dialecto de música y poesía como un medio apropiado en su conversación.
El saber chabacano no sea quizás tan malo para los que viven en esta nuestra ciudad; este no supone una renuncia del ingles o del tagalo y hasta del castellano en esta moderna edad.
Idioma chabacano, como caído del cielo, que empleado por el caviteño tras muchas generaciones, pierde poco a poco su valor y su vuelo en todos los barrios de esta nuestra región.
El padre José Burniol fue un professor de historia en el Ateneo de Manila. Su libro de texto “A History of the Philippines” fue criticado por tener un punto de visto español de la historia filipina. La Universidad de Filipinas expresó su preocupación por el contenido del libro, y se ofreció a revisarlo. Los jesuitas españoles, quienes administraban la escuela, estuvieron de acuerdo en traducir el libro al ingles, pero no en alterar su contenido.
221. Causas de la Revolución. El Trabajo solapado y activa propaganda de las sociedades secretas, el descontento de algunos y la ambición de otros habían ido preparando, aunque con gran sigilo, la revolución de 96. El Katipunan fundado por Andrés Bonifacio fue el foco principal de ella. Existía además el pacto de sangre que consistía en firmar el nombre con ella para inscribirse en la Liga o Katipunan.
A muchos les sirvió de pretexto la existencia de los frailes. Pero los abusos y faltas que de ellos se decían, su gobierno despótico-teocrático y sus enormes haciendas no eran más que razones fútiles para hablar mal de ellos. Porque 1.o los defectos de unos pocos no habían de recaer en la mayoría, que era sana y robusta en el cumplmiento de sus deberes; 2.o otras clases sociales había que estaban de veras corrompidas y no se hablabla mal de ellas; 3.o los que tiraban la piedra estaban muy lejos de verse libres de las faltas que echaban en cara a los frailes; 4.o las haciendas estaban adquiridas justamente, como lo reconocieron dos gobiernos tan diferentes como el norte-americano y el español; 5.o el odio a los frailes no era real sino ficticio en el pueblo. Unos cuantos escritores y otras personas lo estaban predicando a voces todos los días y como consecuencia de esto quedó esparcido en algunas comarcas el odio a los frailes.
Antonio M. Abad (1894-1970) es uno de los novelistas más conocidos y admirados de la literatura hispanofilipina. Ejerció la docencia del español en la Universidad de Filipinas y en la Far Eastern University. Su primera novela El Último Romántico ganó el premio Zobel en 1928. Su segunda obra La Oveja de Nathan también ganó el premio Zobel en 1929. En 1952 organizó la Federación Nacional de Profesores de Español, de la que fue elegido presidente.
El siguiente cuento El Dolor Del Viejo Campeón, mereció el segundo premio en el concurso convocado por el periódico La Defensa en 1928.
Esta Victoria le inutilzó para siempre. El muslo quedó curado en poco tiempo, pero el campeón no era más que un gallo cojo incapaz de hacer frente un bisoño. El amo lo regaló a Tenente Botoy, su amaestrador, el cual, creyendo que aun podría serle útil, lo soltó en medio de su gallinero para ver sí procreaba algún digno heredero de sus belicosas hazañas.
Pero los pollos de aquel gallinero se burlaban de la cojera de Talisain. Desconocían sus majezas de campeón retirado y hacían de él objecto de sus chirgotas. Para colmo de desdichas del corral nos se dignaban mirarle, prefiriendo la fresca guapeza de los gallos de dos años que las cortejaban.
Talisain se sentía muy solo, muy abandonado. Nadie, en aquel gallinero, sabía que era un campeón, aunque venido a menos. Nadie le amaba, nadie le comprendía. Hasta los pollitos que empezaban a empinar la cresta y a animar las madrugadas con su belicoso clarin tempranero, se atrevían a veces a desafiarle, seguros de que, aunque su osadía podia salir castigada, con echarse a corer se libraban de sus espolonazos.
Un día se propuso asombrar a aquella gente. Con grandes aspavientos, llamó a las gallinas. Ellas acudieron creyendo que el Viejo campeón había encontrado algunos granos de maiz y deseaba obsequiarlas con ellos. Cuando las tuvo alrededor de sí, abrió el pico y soltó un canto vibrante, prolongado, fiero, con la fiereza de sus días de triumfador.
Las gallinas le miraron asombradas. Entonces él, seguro de su dominio, empezó a contra sus hazañas.
Fué el mayor error de su vida. Ellas --- siempre ellas, que en el arte femenino de burlarse, resultan consumadas maestras --- fingieron escucharle. Después fueron a llevar el “cuento” a las galanes más garbosos del corral adobándolo a su manera. El efecto fué inmediato. El gallo más orgulloso fué a desafiarle, y le administro tal tunda de espolonazos que, a no haber intervenido el amaestrador allí finara su vida.
Antonio M. Abad La Defensa, Manila 15 de agosto 1925
Alejo Valdes Pica (1890-1945) fue un escritor que estudió derecho en la Universidad de Santo Tomás. El escribió dos libros de poesía - Electa (1915) y Intimas (1919). En 1925, su cuento "El Caballito del Diablo", ganó el primer premio en un concurso del periódico La Defensa. Su otra obra “De la Vida – Verso” ganó el Premio Zóbel in 1934. Su carrera se vio truncada trágicamente cuando fue ejecutado por los japoneses durante la liberación de Manila en 1945.
El autor vivía en la calle R. Hidalgo, la cual era considerada como la más bonita en Manila en ese tiempo.
El tiempo deshizo nuestro pequeño hogar, nido de amores…
Huérfano de madre a los diez años, me encariñé aun más con mi padre, en un ansia infinita de cariño. Al año, mi padre moría también…
El perenne recuerdo de aquél instante me ha salvado; las últimas palabras de mi padre me apartaron del mal…
--- Hijo mío, --- me dijo, entrecortadamente --:¿ Te acuerdas del Tutubí ? … Le quitastate las alas, y decías: “¡Vuela!...¡Prueba a volar, ahora!...” Tú eres, hijo mío, otro pequeño Tutubí… Cuando murió tu madre, perdiste dos de tus alas. Hoy, bien pronto, cuando yo haya muerto, perderás las dos que te quedan … Vuela, hijo mío… ¡Prueba a volar, ahora!... No olvides que tienes derecho a la felicidad, pero tén siempre presente que los demás también lo tienen… Hijo mío: ¡No le quites a nadie las alas!...